Mauritania ha puesto en marcha un programa de plantación de árboles para proteger su capital del avance del desierto y la erosión costera, un proyecto que eventualmente podría extenderse a miles de kilómetros a través de África.
El presidente Mohamed Ould Abdel Aziz plantó los primeros de unos 2 millones de árboles que formarán un cinturón verde alrededor de la capital, Nuakchot, cuyos misión será la de frenar la erosión en otras partes de la nación desértica.
Este cinturón también desempeñará un papel económico.
Algunos de los árboles que han sido seleccionados pueden utilizarse como leña.
Otros producirá goma de acacia, que es muy usado en productos farmacéuticos.
El proyecto forma parte de un plan más amplio contra la desertificación, la Gran Muralla Verde, lanzado por la Unión Africana en 2005 para tratar de crear un muro de 15 km de ancho de vegetación se extenderá unos 7.
000 kilometros entre las costas de África oriental y occidental.
El plan consiste en plantar un número de especies resistentes a la desertificación a través de 11 naciones en la región africana del Sahel, al sur del Sahara, para aliviar la erosión y mejorar la calidad de la tierra para los agricultores de una región propensa a la sequía y la escasez de alimentos.
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