La fiesta de este fin de semana en la casa de Gran Hermano 11 ha sido una fiesta colegiala al más puro estilo Rebelde Way, o eso pretendían los organizadores.
Los vistieron a todos de colegiales con uniforme, ellas con faldas tableadas, calcetines altos y tacones, por supuesto, y ellos con pantaloncito gris, camisa blanca y corbata.
Muy monos.
Las tres rubias, Tatiana, Nagore y Melanie estuvieron un buen rato haciendo el moñas en el confe, diciéndole tonterías al súper pensando en lo graciosas que son, y diciendo frases míticas originales como “las rubias no somos tontas”, y, eso sí, gitando mucho, cosas como “uuuhhh, uuuhhh”, eso no se muy bien a qué era debido, tal vez a la borrachera.
Total, que en el jardín vino la parte dos, de toda fiesta de Gran hermano que se precie, bailar un poco creyéndose uno que es muy sexy, Saray en especial se ponía salida consigo misma, de verse tan sexy.
Hacer un sandwich de chicas y chico, en este caso Tatiana, Nagore y Juan, mientras Tatiana aclaraba gritano “un sandwich, un sandwich”, y eran felices.
Y no os perdáis cómo intentó caletar, o calentó Melanie a Arturo, con toda su mala saña, para molestar a Indhira… menuda bicha.
Luego Arturo tuvo sus palabras en un rincón con Toscano.
“Hasta la gallega tiene lo suyo”, Toscano le dice que es que están todas buenas, y Arturo sigue con la gallega, “está gordita, pero tiene lo suyo”.
Y luego bailes sensuales, poses, camisas fuera para ver sujetadores… profesionales, eso son, grandes hermanos profesionales.
Un desmadre, como tiene que ser, y esa noche fue cuando Arturo entró con Indhira en el baño y acabaron pidiendo la hora sin cámaras, que también os hemos detallado.
Y para muestra un botón, aquí podéis ver un buen resumen de esta fiesta desfasada.
