El extraño caso de Carol, una mujer de 45 años enamorada de una estación de tren hasta el punto de casarse con ella. "El mejor día de mi vida."
Lo que Carol nos cuenta es un amor que floreció desde que era niña (con la estación de Santa Fe). Tenía 9 años cuando la vio por primera vez y por dentro ya sabía que se había enamorado de ella.
Nunca ha dejado de salir con ella y ahora la ve todos los días durante 36 años, pero fue solo en 2011 que comenzó una relación oficial con ella .
Fue amor puro, amor verdadero, correspondido y siempre vivo: por eso también decidieron casarse y ahora Carol lleva su nombre.
Pero no estamos hablando del amor entre dos mujeres. Es el amor de una mujer por la estación de tren de Santa Fe. Carol está enamorada de esa estación y no solo en un sentido «platónico»: la ama sexualmente, se siente atraída por ella y por eso decidió casarse.
Pero a quienes dicen que está loca, les responde que es su sexualidad y debe ser aceptada.
Carol y la estación de Santa Fe
De hecho, Carol se ve afectada por el objectum sexual: una inclinación psíquica que lleva a enamorarse de lugares u objetos como si fueran personas. Por eso tiene razón cuando dice que la suya es solo una inclinación sexual: ella también se siente atraída sexualmente por la Estación Santa Fe. Y en un matrimonio debe existir necesariamente también el componente sexual .
En este sentido, dice “ nunca he tenido relaciones sexuales en público con Daidra, – Daidra es el nombre que le dio a la estación para personificar su – yo no lo encontraba respetuosa para los transeúntes. Hago el amor con Daidra en mi mente mientras estoy allí ”. Para Carol, la estación está viva, realmente existe, por eso le dio el nombre de Daidra. “ Cuando nos casamos fue el mejor día de mi vida” y de hecho nunca deja de visitarla todos los días.
¿Enfermedad mental o tendencia sexual?
“Todas las noches tomo un autobús de 45 minutos para visitarla. Cuando la toco, siento que me acaricia y me besa. Particularmente me encanta cuando escucho que los trenes aceleran, me enciende. “Al escuchar a Carol hablar así, cualquiera pensaría que está loca y, de hecho, para muchos debería definirse como tal. Pero para los demás, y en lo que ella misma declara, la suya es sólo una tendencia sexual; es como ser bisexual, homosexual .
» El ‘objectum sexual’ no es una enfermedad mental como lo retratan los medios, es nuestra sexualidad, es como ser lesbiana o bisexual, no estamos locas»
Pero por mucho que esté convencida de esta tendencia, se da cuenta de que la gente es incapaz de comprenderla plenamente y por eso nunca lo declara abiertamente. Ver a Carol abrazando a su Daidra en realidad muestra lo mucho que se siente atada a la estación de Santa Fe. Es difícil entender cómo se enamoró realmente de una estación de tren.
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