Una tarde normal entre abuela y nieto felices de estar juntos, se convirtió en una experiencia devastadora pues el niño muere por culpa de una capucha.
Un día en el centro comercial resultó tremendo y fatal para un niño de 4 años y su abuela. El incidente en el que se vio envuelto Ryu González, junto con su abuela, tuvo lugar en Mankato, una ciudad de Minnesota, en Estados Unidos.
Una tarde normal entre abuela y nieto felices de estar juntos se convirtió en una experiencia terrible y devastadora para ambos, para la ocasión, el menor se pone su jersey favorito, la sudadera con capucha, sin imaginar que en unas horas el niño muere por esta prenda.
Niño muere por una capucha
La abuela y el nieto ni siquiera se atreven a imaginar que esta sudadera con capucha pondrá en peligro la vida del pequeño. En un momento dado, los dos, estando en el centro comercial, entran en una tienda, aquí la abuela quiere probarse unos pantalones, mientras la abuela está en la cabina probándose la ropa, el pequeño la espera fuera del probador, el niño, aburrido, decide entrar en la siguiente cabina, así puede comunicarse mejor con la abuela y pasar el tiempo.
El niño le habla de sus dinosaurios favoritos, la abuela no sabe que el niño se ha subido a un taburete y está jugando con el perchero. En ese momento, ella, tras haber probado al jefe, llama al niño que no responde, se asoma a la cabina y se da cuenta de que ya no puede ver los pies del niño. La mujer cree que el bebé se ha alejado y empieza a alterarse, no sabe que algo horrible está ocurriendo a pocos pasos de ella. Como consecuencia de la ansiedad, se dispara una alarma en toda la tienda y todo el personal busca al niño, pero no hay rastro de él, el menor no se encuentra en ninguna parte.
En algún momento, la abuela, junto con el personal, volvió a la cabaña y aquí hicieron un descubrimiento que los dejó atónitos. El niño se ha enredado en el perchero de la cabina con la capucha de su sudadera y está colgando, como si estuviera ahorcado. Intentan sacarlo de ese lugar, pero fracasan, no respira y se teme lo peor.
Se contacta con una ambulancia que lleva al bebé al hospital, aquí los médicos diagnostican su muerte, ella no puede explicar cómo fue posible, se pregunta cómo sucede todo esto, por qué no se dio cuenta. ¿Cómo es que no fue a la cabaña de inmediato para comprobar lo que había pasado?.
La abuela se desespera, sabe que no volverá a oír la risa de su nieto. Los propios carabinieri admiten, tras escuchar la versión de la adulta, que fue un trágico y terrible accidente, la madre del niño no está enfadada, sabe que siempre ha estado atenta a su nieto, que le quería y que siempre fue considerada con él. La mamá afirma que nadie tiene la culpa, es un accidente trágico y ahora tendrán que vivir sin su pequeño que muere por culpa de una capucha.
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