En el penúltimo capítulo de Cómo Conocí a Vuestra Madre y aprovechando que Ted Mosby ha empezado a salir con una chica llamada Royce (Judy Greer), salen a la luz los problemas de las cargas que las personas van arrastrando y añadiendo a sus vidas, lastres que podrían arruinar una relación (chicas, no tratéis de entenderlo, esto es cosa sólo de chicos), según cuenta Ted a sus colegas cuando habla de Royce.
De momento, ella parece perfecta, es guapa, simpática, afable… pero Ted está expectante por ver cuándo aparecerá la carga.
Sus amigos le intentan convencer de que eso no tiene por qué ser un problema; de hecho, Robin explica que la carga más pesada de Marshall es lo bueno que es y, para muestra un botón.
Seguidamente, vemos una escena de Marshall paseando por la calle de buena mañana como si de Truman Burbank dando los “buenos días” se tratase.
Tanto es así, que al día siguiente, Lily le cuenta a Robin que acaban de vivir una experiencia particular gracias al bonachón de su marido, que ha visto a unos tipos tratando de arrancar una caravana y les ha ayudado incluso dándoles dinero para gasolina, cuando la verdad es que se trataba de unos ladrones que estaban robándola.
Ted Mosby sigue su relación con Royce y deciden ir juntos al cine, pues se ha estrenado The Wedding Bride, una película dirigida por Tony Grafanello, el tipo por el cual dejó Stella a Ted, dato del que se deduce que Ted no ha olvidado el nombre y por lo que, al reconocerlo y mientras se proyecta el film, se da cuenta de que todo está basado en la historia de su ruptura con ella.
Hay que decir que la película es de lo peor que he visto nunca, que de mala que es que lo han tenido que hacer adrede, y llama más la atención que todo el mundo esté enamorada de ella, incluso a niveles mundiales, pues rápidamente se va convirtiendo en una de las mejores películas de la historia.
A todo esto, Ted Mosby calla y no quiere contarle nada a su novia, y es que se ha dado cuenta de que hasta él tiene su propia carga, una muy pesada y que todavía no ha conseguido superar.
Se plantea incluso abandonar el país e irse a alguna parte en la que no conozcan la peli, pero Marshall le convence de que lo mejor que puede hacer es correr a contárselo a Royce, porque estas cosas suceden y porque él es un tipo excelente.
Y como Ted es más fácil de convencer que Seymour Skinner cuando le habla su madre, se va flechado hacia donde está Royce, es decir, al cine.
Allí se produce un juego de diálogos paralelos entre lo que están diciendo en la película y lo que le dice Ted a su chica, ayudado (o no) por Barney, que ha vuelto a ir al cine a ver The Wedding Bride.
La cosa se arregla, se hacen tortitas y él está super contento, hasta que Royce suelta tooooodas sus cargas, que no son pocas: la han dejado plantada en el altar 3 veces, una de ellas por jugarse todo el dinero en el póker de internet; vive en un zulo con su hermano… Digámosle adiós aRoyce.
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