Todos recordamos a Kiko Hernández, el polémico concursante de la tercera edición del reality Gran Hermano.
Aunque hayan pasado tantos años desde entonces, él ha sabido hacerse un huequito en el mundo de la tele, como comentarista en su tiempo de A tu lado, entre otros programas, y actualmente en Sálvame, donde ha tenido sus rifirafes con Jorge Javier Vázquez y con Karmele Marchante.
También sigue en el candelero gracias a su blog en la web de Telecinco, donde ha dado rienda suelta a su vena escritora, y cotilla.
Como también sabéis… ¡¡¡Gran Hermano 11 comenzará dentro de poco!!!.
Y son muchos los que están presentándose al casting, y unos cuantos de ellos están escribiendo a Kiko para pedirle consejos.
Pues bien, el ex gran hermaniano ha querido contestarles y de paso, dejar por tierra ciertos rumores de que, por ejemplo, él hubiese entrado en el programa por enchufe.
Porque, aunque no lo parezca, los hermanitos pasan por varios castings, pruebas de cámara, y test psicológicos entre otras cosas para poder ser los nuevos Martas, Noemís, “Juljas“, Chikis y demás recordados personajes.
Kiko asegura que los castings son largos, pesados, y difíciles.
Confiesa que se presentó porque le sorprendió lo que le había cambiado la vida a los de GH1 Y GH2, además de por el dinero que generaban los bolos y las continuas apariciones en la tele (y los posados en Interviú de algunas, claro, pero eso a él no le incumbía).
Cuenta que llamó al teléfono que facilita el programa y que le dijeron que acudiese al casting.
Allá tuvo que rellenar sus datos en un documento y hacer una prueba de imagen delante de una cámara donde tenía que hablar de su vida durante cinco minutos (sí, la típica grabación que después cuando son conocidos la sacan al aire y nos reímos todos de lo patéticos que salen).
A las dos semanas le llamaron, diciéndole que estaba seleccionado.
Y entonces vino lo más duro del casting.
Algo que nosotros, pequeños inmortales, nunca habíamos sabido hasta ahora, que Kiko nos lo ha confesado.
Dice que todo lo que sucedió después fue duro y un poco humillante.
Rellenaron un test de inteligencia le pidieron que facilitase el número de teléfono de algún amigo o familiar cercano.
El tío dio como 10 y no tenía ni idea de para qué era.
Resulta que los productores del programa cogen y llaman a todos los números, les preguntan todo sobre uno, y después te llaman a una entrevista con una pava que… lógicamente se hace la que sabe todo de tí.
Es entonces cuando te quieres morir y matar a todos tus amigos bocazas que han contado hasta la última anécdota ridícula que te ha ocurrido en la vida.
Pero ahora viene lo peor.
En la entrevista la redactora vidente le dijo que la sala olía mal, y que si se había tirado un pedo.
¿Cómo creéis que iba a reaccionar Kiko?.
Pues con su carácter, todos nos lo imaginamos.
Se puso a gritar, a insultar a la mujer, a decirle que el pedo se lo habría tirado ella… Hasta que salió de la sala pegando un portazo y creyendo que ya no tendría ninguna posibilidad de seguir.
Pero como todos sabemos, el chico fue seleccionado.
O sea, que le estaban poniendo a prueba y les gustó que el tío tuviera nula paciencia y una mala leche impresionante (saben que eso es lo que da juego después…).
Le llamaron días más tarde los directores de la productora y del programa para hablarle de contratos y condiciones.
Aunque le dijeron que no sabría si entraba o no hasta la semana anterior al comienzo del concurso, para darle más intríngulis al asunto.
Hasta que finalmente recibió la llamada: “Kiko Hernández, eres uno de los habitantes de la casa, compra maletas porque las vas a necesitar!”.
De su experiencia una vez dentro de la casa de Guadalix, dice que resulta complicado expresarlo en palabras:Yo tuve muchísima suerte.
Me enamoré dentro de la casa, viví los 101 días hasta la final, estuve nominado, gané pruebas, fui líder, experimenté ‘la famosa’ SUITE… Vamos, que viví la experiencia de cabo a rabo, sin dejarme ningún fleco, ninguna experiencia por descubrir.
– Kiko HernándezEl chico aún se emociona recordando su paso por el programa:Cada gala, jueves tras jueves, eran sensaciones nuevas y renovadas: nominaciones, pactos, estrategias… Qué pedazo de juego, ¡¡QUÉ PEDAZO DE PROGRAMA!! Por eso, como os decía al principio, “todavía se me pone la carne de gallina al escuchar la sintonía de Gran Hermano”.
– Kiko HernándezMola leer su experiencia, y dan ganas de presentarse al programa.
Yo lo haría… si no fuese por las cámaras claro.
¿A alguno os apetece presentaros?.
¿Habéis estado o conocéis a alguien que haya pasado por el casting de Gran Hermano?.
Vía
