Demi Moore encarna uno de mis más elevados ideales de perfección femenina.
Cuando sea mayor quiero ser como ella: triunfadora en su profesión, un físico de infarto que mejora con los años (no hay más que verla en ‘Ghost’), una familia ideal en la que se lleva de miedo hasta con su ex, y un nuevo y flamante maridito mucho más joven que ella, que no sólo es guapo e inteligente, sino que la adora hasta lo indecible.
No sé a qué demonio hay que venderle el alma para disfrutar en vida de semejante paraíso, pero yo firmaría sin dudarlo.
Y además de todo, es afortunada y hace poco salía ilesa junto a Ashton Kutcher tras un aterrizaje de emergencia del avión en el que viajaban.
Demi Moore es divina y está estupenda, y para demostrarnos que los 40 de ahora son los 30 de antes, nada como restregarnos desde las páginas de la revista Vanity Fair esa maravillosa anatomía que dios le ha dado, y que ella sabiamente ha retocado a base de bisturí, que nada tiene que envidiar a la que mostraba descarada Sharon Stone en Paris Match.
Y mientras tú disfrutas de la galería de fotos, yo tengo que escribir una carta muy importante (”Queridos Reyes Magos: dentro de 15 años me gustaría ser Demi Moore…).
Demi Moore está estupendaFotografías
