La modelo Heidi Klum, que hace poco anunciaba su cuarto embarazo, ha decidido darse prisa para renovar sus votos matrimoniales con el cantante Seal antes de que empiece a notársele la tripita.
Y para ello, nada parecido a una ceremonio elegante o glamourosa, sino más bien todo lo contrario, ya que la pareja ha querido celebrar un fiestecilla de lo más friki en la que se ha hecho acompañar por casi medio centenar de amigos íntimos.
La ceremonia, que se celebró en una paradisiaca playa de Malibú, fue oficiada por un imitador de Elvis Presley, y el atuendo de los novios también resultó de lo más particular.
Él, con look ochentero, cazadora vaquera saturada de tachuelas y peluca larga por detrás y con flequillo cardado.
Ella, con una imagen que era una clara alusión a Bo Derek, con un estilo retro, el pelo trenzado, un top de lentejuelas blancas y un velo espectacular.
El matrimonio quiso que en este día tan especial estuvieran también presentes sus tres hijos (aunque el mayor, en realidad, es hijo de la modelo y de Flavio Briatore.
Los invitados acudieron también disfrazados con estampados de leopardo y chaquetas de cuero, y brindaron por la pareja con cervez mexicana.
El menú de la friki-boda, también de comida mexicana, y para bailar en la pista, temas sesenteros y un decorado lleno de flamencos rosas inflables y balones de leopardo, a juego con las vestimentas.
Todos rieron y disfrutaron de esta peculiar fiesta de disfraces, y el cantante y la modelo se mostraron más felices y enamorados que nunca.
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