Indhira no ha podido ni hablar, mientras retenía la lágrima, en su turno de palabra tras ver a Tatiana saludarla cargada de ironía y de mala leche tras su noche de pasión con Arturo.
En su lugar, lo ha hecho Toscano con un lapidario “es mala, Mercedes”, refiriéndose a la rusa, claro.
Con la Milà comparto el asombro de que una persona que viene de pasar una noche loca sólo encuentre palabras para cargar la escopeta contra la mujer despechada que ya no está.
Te caiga bien o mal, ¿es necesario hacerla sufrir más?Una vez más tranquila, sólo ha dicho que “ya sé que no puedo esperar nada, pero me parece cruel”, palabras que pronunciaba mientras una Carol no cabía en sí de gozo.
Indhira ha pecado de altiva pero lo de tener que ver estas imágenes mientras se ríen de una me parece un peaje muy alto.
La amiga de Tatiana, tan elegante como unos calentadores, se ha enfrentado también a Indhira, asegurando que cuando ella llamo zorra a Carol en el confesionario, la actuación era exactamente igual.
Hombre, pues no lo es lo mismo, señorita… Mercedes también se ha puesto en contra de la morena y seguramente, la criticaran por ello, pero bajo nuestro punto de vista, no tiene por qué ser objetiva: es un reality, no un debate político, y la susodicha amiga daba mucha pereza.
A Tatiana en este Gran Hermano 11 le veíamos un corazón sano bajo esa falta absoluta de modales y por eso, a pesar de sus insultos y sus tacos, nos caía bien.
Ojalá esa actitud sea producto de la borrachera o de no pensar las cosas y no de su verdadera personalidad.
Porque sería una eterna decepción.
¿Es que ella y Arturo son incapaces de tener sexo sin fastidiar a alguien?El que parece que lo tiene claro es Ángel.
Para él, tanto Tatiana como Saray sienten cosas por Arturo, por eso la gallega se mostraba tan contrariada; al igual que Siscu y Gerardo tienen sentimientos por Tatiana y de ahí el mal rollo generalizado.
Quiero romper una lanza a favor de Gerardo, entiendo que alucine con que su querida amiga acabe en la cama con el tipo más machista y soez que ha pasado por Guadalix, y más aún, al ver cómo ha tratado a otras mujeres que han pasado por el programa.
Saray, una vez en la gala, ha sido la encargada de ir hasta la otra casa a recoger a los invitados italianos: Massimo y Carmela.
Al verla, por cierto, Arturo ha soltado un “ya no sé si quiero irme”.
Saray, por su parte, también tuvo su acercamiento a Gerardo durante las fiestas de Año Nuevo pero, como nos tienen acostumbrados, mucho calentar y poco quemar…
