Si algo deja claro el trailer de Mr.
Popper’s Penguins, es que la nueva película de Jim Carrey marca el regreso del cómico canadiense al cine destinado a los habitantes más jóvenes de la casa.
Tras enamorar (y acabar agotando) con sus huecas a los chavales que crecimos en los 90 con películas como La Máscara y la saga Ace Ventura, Carrey necesita recuperar el favor de un público que, simple y llanamente, no lo conoce.
El 17 de junio, fecha de estreno del film en Estados Unidos, será el día que descubriremos si su apuesta ha funcionado.
Mr.
Popper vive en una tranquila y pequeña ciudad americana llamada Stillwater.
Allí nunca pasa nada.
Quizá por eso se ha convertido en un soñador y en un especialista en temas del Ártico y de la Antártida, incluso podría decir el nombre de todos sus exploradores y qué fueron a hacer a los polos.
Un día conversa, gracias a un programa de radio, con el almirante Drake sobre su expedición a la Antártida, y éste le dice que pronto recibirá una sorpresa… Lo que nadie podía suponer es que el almirante iba a enviar una caja con ¡un pingüino de la mismísima Antártida! La vida de nuestro protagonista cambiará radicalmente, y la aburrida vida en Stillwater se transformará en una fantástica y permanente aventura llena de pingüinos (Sinopsis Oficial)Mark Waters, impersonal pero funcional cineasta de éxitos de taquilla dirigidos al público femenino como Ponte en mi lugar o Chicas Malas, está detrás de la adaptación al cine de la novela de corte infantil escrita en 1938 por Richard y Florence Atwate.
No será la primera vez en los últimos años que Carrey protagoniza una película con vistas al público juvenil inspirada en un clásico de la literatura juvenil: en 2004 el actor se caracterizó radicalmente en la curiosa Una serie de catastróficas desdichas de Lemony Snicket.
Entiendo semejante vuelta atrás en su carrera, pero a estas alturas de la partida yo preferiría ver a Carrey en registros similares a los vistos en Olvídate de mí, Te quiero Phillip Morris o, sobre todo, la fantástica El show de Truman.
Tanto tiempo intentando convencernos de su payasismo en películas como Mentiroso compulsivo o Dos tontos muy tontos nos hizo imposible ver el bosque detrás de los árboles: cuando quiere, Carrey puede ser un intérprete de lo más convincente… aunque ahora será el turno de convencer a los más escépticos de que puede seguir haciendo reir a los chavales del nuevo milenio.
Seguro que sí.
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