Kevin Spacey se abona a la comedia.
Primero fue El hombre que miraban fijamente a las cabras y ahora Casino Jack.
El doble ganador del Oscar por sus extraordinarias interpretaciones en American Beauty y Sospechosos habituales deja de lado temporalmente sus actividades teatrales (es director de un teatro en Londres, ciudad en la que se reside) y da vida apasionadamente a un papel que le ha valido una nominación al Globo de Oro como mejor actor protagonista en una comedia o musical.
Spacey, que ya fue la gran estrella de un thriller político como La vida de David Gale, es ahora un poderoso y corrupto republicano que se hizo millonario gracias a múltiples fraudes y sobornos que realizó aprovechándose de las tribus de indios a quienes representaba en Washington.
El material de la película fue objeto este mismo año de un documental.
Se agradece que el guión de Norman Snider (Inseparables) haya ido por un tono más irónico y que recuerda poderosamente a la comedia política La guerra de Charlie Wilson, la comedia protagonizada por Tom Hanks y escrita por Aaron Sorkin estrenada hace unos tres años.
Esperemos que sea un poco más redonda que esta.
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