Es una actriz excelente, con un criterio de selección de proyectos muy superior al de la gran mayoría de sus compañeras de generación, pero siempre me ha dado la sensación de que Natalie Portman no estaba especialmente interesada en desarrollar una carrera en la comedia.
Tuve que verla en un sensacional gag en el Saturday Night Live, con un hilarante rap de por medio, para darme cuenta de que la actriz de V de Vendetta y Beatufil Girls era una chica divertida.
Tras deslumbrar a la crítica y los espectadores en la esperadísima Cisne Negro, Portman se lanza de lleno a la comedia junto a Ashton Kutcher en Sin Compromiso, un romance que llegará a las salas americnas el próximo 21 de enero.
El divertidísimo actor inglés Kevin Kline pondrá la nota de prestigio y humor en la primera película del director Ivan Reitman desde que fracasase en 2006 con Mi superexnovia, la fallida comedia protagonizada por Uma Thurman.
Todo cambiará a partir de 2012 si es verdad ese rumor que le confirma como director de la muy comentada tercera parte de Los cazafantasmas, una saga que encabezó en sus dos primeros capítulos (estrenados con éxito en 1984 y 1989).
El guión de la debutante Elizabeth Meriwether se presenta como una reflexión sobre la facilidad en que hombres y mujeres pueden mantener relaciones sexuales en contraposición a la dificultad de sacar adelante relaciones más emocionales, una premisa muy parecida a la comedia de Justin Timberlake y Mila Kunis, Friends with Benefits.
Supuestos intentos de reflexiones aparte, Sin compromiso tiene pinta de convertirse en el enésimo intento de Kutcher por convertirse en el rey de la comedia romántica.
Poco más.
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