La carrera interpretativa de la cantante Jennifer Hudson arrancó y casi murió con Dreamgirls, el musical que le reportó el Oscar a mejor actriz secundaria gracias a un papel con el que pudo lucirse, gritar, quejarse y marcarse un número musical (And I am telling you I’m not going) que será recordado durante años.
Tras la gloria, un par de papeles secundarios (Sexo en Nueva York, La vida secreta de las abejas) y un par de producciones destinadas a la TV o el DVD.
Antes de que el público y la industria se olvide de ella para siempre, Hudson será la gran protagonista del biopic Winnie.
El actor Terrence Howard (Crash) dará vida a su marido, más conocido para el resto del planeta como Nelson Mandela.
Winnie se aleja de los territorios del Invictus de Clint Eastwood y marca el punto de vista en la mujer del mandatario sudafricano que revolucionó su país a raíz de la abolición del apartheid, entre otras medidas.
Determinada a no quedarse marginada por la poderosa figura de su esposo, Winnie fue encarcelada por hacer campaña por su liberación y luchar contra el apartheid para, años más tarde, verse implicada en un caso de asesinato por culpa de uno de sus guardaespaldas.
Por si fuera poco, también fue condenada por fraude.
La relación acabó en un inevitable divorcio.
El reducido presupuesto de 15 millones de dólares, el tono de la historia y una factura no demasiado espectacular podría acabar con la película en un estreno de tapadillo o, lo que es peor, directo a televisión.
Lo que parece claro es que su trailer de cuatro minutos está más hecho para intentar vender la película a una distribuidora que invierta dinero y lleve la película a los cines que para anunciar a los espectadores su próximo estreno.
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