Aurah ha regresado como cada semana a su canal de Mtmad, para contar cuáles han sido la secuelas derivadas de la operación estética en su trasero.
Como hace habitualmente con todos sus seguidores, Aurah Ruíz no ha faltado a su cita semanal en su canal de Mtmad, donde ha desvelado las secuelas que le ha tocado sufrir tras su última operación estética.
Aurah detalla las secuelas de operación estética
Ya ha pasado una semana desde que se realizó una liposucción y se aumentó los glúteos. Un proceso cuya recuperación no era del todo como había imaginado, por ello ha querido contar a sus fans cómo lo estaba llevando.
«Tenía síntomas de anestesia, no me dolía nada y lo pinté todo superbonito y estaba superbién«, comenzaba diciendo.
«Ahora han llegado las secuelas con el postoperatorio, que no es sencillo sino super trágico» afirmaba.
«Llevo una semana encerrada en mi casa. Solo he salido una vez e hice maniobras de alto riesgo para poder ir a la peluquería y lavarme la cabeza», contaba. «Me dijeron: ‘Tienes que estar un mes sin sentarte. Si puedes, dos. Corres el riesgo de que, si te sientas, deformes ese culo tan redondito y tan bonito que te han puesto‘». cuenta que la dijeron.
«A día de hoy llevo una semana sin sentarme en ningún momento. Cuando duermo tengo que dormir bocabajo y no puedo ponerme de lado. Eso supone un dolor brutal en mi lumbago. Duele muchísimo y es muy incómodo. Los dolores de las piernas son soportables porque tampoco es tan grave, pero es muy incómodo por el postoperatorio. Como de pie, se me quitan las ganas de comer nada más empezar«.
Aurah habla de las secuelas de operación estética
La influencer narraba que a día de hoy la toca estar así: «Estoy comiendo de pie, durmiendo bocabajo, sin poder conducir, sin poder sentarme, en mi casa metida, y cuando fui a la peluquería lo pasé fatal».
Aurah cuenta que su plan era la de lucir espectacular para el día de su cumpleaños, pero las secuelas le han roto las ilusiones, ya que quería ir hasta Canarias pero eso implicaba volar en avión y sentarse.
«Estoy pensando en arriesgarme a meterme en un avión y hacer isométricos durante dos horas y media. Pero creo que es una locura». Por suerte tiene en casa a su novio Jesé, que le está ayudando a ponerse y quitarse una faja que va desde la rodilla hasta el abdomen. «Lo tengo amargadito con la fajita. Dice que no le gusta«.
