La nueva ley de Teletrabajo lusa incluye también que los cortes derivados en energía y telecomunicaciones serán asumidos por la empresa.
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La nueva Ley de Teletrabajo aprobada por el Parlamento de Portugal el pasado 5 de noviembre regula la desconexión digital y prohíbe que los empresarios puedan contactar a sus trabajadores fuera de su horario laboral.
Portugal prohíbe a jefes contactar con los empleados fuera de su horario laboral
En la norma se detalla que es obligación del empresario el «abstenerse al contacto» y que en caso de incumplirse resultará en una falta grave, según el nuevo Código Laboral portugués.
La ley, aprobada con los votos a favor del Partido Socialista y Bloque Izquierda y la abstención del PSD (centroderecha) prohíbe así la vigilancia constante del empresario hacia el trabajador, y no permite la captura de imágenes, sonidos o textos que puedan comprometer de alguna manera a los empleados.
La nueva Ley de Teletrabajo de Portugal obligará a los jefes a pagar los costes de la energía y las telecomunicaciones de sus empleados
Así mismo, la Ley de Teletrabajo recoge que los gastos de energía y telecomunicaciones propios del teletrabajo serán asumidos por la empresa y que el subsidio de comidas que estuviera recibiendo el empleado con anterioridad no podrá anularse con el nuevo sistema y también será deber del empresario asumirlo.
¿Qué ha cambiado con respecto a la relación de los jefes y los empleados?
Para que exista el régimen de teletrabajo, las dos partes han de llegar a un acuerdo y formalizarlo por escrito.
Hasta ahora, la ley laboral lusa solo autorizaba el teletrabajo a padres con hijos menores de tres años sin necesidad de firmar un acuerdo con la empresa. Con la nueva ley, esta norma se ha ampliado a padres con hijos de hasta ocho años, siempre que la actividad pueda ser compatible con el propio teletrabajo.
Existe una excepción para las empresas más pequeñas (con menos de diez trabajadores). En su caso, los empleados con hijos hasta los tres años de edad no necesitarán de acuerdo previo.
Como añadido, la ley también prevé la opcion de que el teletrabajo sea propuesto de forma unilateral por parte del empresario, aunque el empleado también podrá oponerse sin falta de argumentar la razón. En el caso de que el teletrabajo sea propuesto por el empleado, el empresario sí que deberá esgrimir argumentos para rechazarlo.
Los acuerdos temporales de teletrabajo entre las dos partes tendrán una duración máxima de seis meses, que se irá prorrogando por los mismos períodos, aunque podrá ser revocado por alguno de los dos. A su vez, existe también la posibilidad de adoptar acuerdos de teletrabajo indefinidos que, igualmente, podrán anularse con posterioridad.
