La niña fue apuñalada y su cuerpo enterrado en un campo después de que su propia madre denunciara su desaparición en Mascalucia, Italia.
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Horror e incredulidad en Italia por el macabro asesinato de una niña a manos de su madre. La propia madre, de 20 años, denunció su secuestro. Había asegurado que la pequeña estaba retenida por tres encapuchados armados mientras estaba en el coche con ella.
Conmoción en Italia por el asesinato de una niña a manos de su madre
La niña italiana tenía cinco años. La madre había denunciado este martes 14 de junio su secuestro en un pueblo de la provincia de Catania, Sicilia.
Sin embargo, la encontraron sin vida después de que la misma madre acompañase a las fuerzas del orden al lugar donde estaba el cadáver. Allí mismo confesó su asesinato. La noticia del hallazgo de Elena Del Pozzo la confirmó el fiscal de Catania, Carmelo Zuccaro.
Explicó a los medios que encontraron el cadáver «por indicaciones de la madre» en medio de un campo abandonado cerca 200 metros de su casa. «Durante un largo interrogatorio objetamos muchas incongruencias», añadió fiscal Zuccaro. Además, explicó que después la madre llevó a los investigadores al lugar donde estaba el cuerpo de la pequeña y tras volver a tomarle declaración confesó haber matado a su hija.
El asesinato de la niña en Italia y las consecuencias
La joven madre tiene unos 20 años y es residente en la localidad de Mascalucia. Ella había denunciado que Elena, de 5 años, había sido secuestrada mientras estaba en el coche con ella en la pequeña localidad de Piano di Tremestieri Etneo. Entonces, según denunció, tres encapuchados armados abrieron la puerta del vehículo y se llevaron a su hija.
La foto de la niña había sido difundida por las fuerzas del orden y publicada en todos los medios de comunicación en el intento de facilitar su paradero.
La investigación y la descripción de la madre
Los investigadores descartaron casi desde el principio que eran criminales organizados o un secuestro para pedir un rescate y orientaron las pesquisas al ámbito familiar. “Elena quería comer un pudin, pero ya había almorzado en la escuela. Luego vio dibujos animados desde mi móvil. Luego planché porque por la noche teníamos que ir a casa de una familia amiga con mis padres y la pequeña estaba feliz”. Así ha confesado la escena previa al crimen ocurrido en Italia. De esta forma describe las últimas horas de Elena Del Pozzo, sin saber que al cabo de unos minutos su vida terminaría para siempre a manos de su madre.
