Se investiga al propietario de la explotación en Huelva en la que se encontró a 56 perros desnutridos por un presunto delito de maltrato animal.
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Rescatan 58 perros desnutridos en Huelva. Estaban mutilados e infectados por parásitos de una rehala.
En Huelva se encontró a 56 perros desnutridos: presunto delito de maltrato animal
Hacinados y maltratados, a la par que desnutridos. Así estaban la mayoría de ellos, además de atados.
En los huesos y sin comida. Sin agua. Llenos de parásitos. Tiene un nombre: maltrato animal. La comisión por omisión de cuidados básicos junto con la autoridad de Huelva ha explicado que casi todos tenían las orejas y el rabo mutilados.
Esto supone un delito tipificado en el código penal. Un total de 58 perros llevaban sufriendo esto en la localidad onubense de Manzanilla desde hacía meses, hasta que el trabajo conjunto de ocho protectoras y los agentes del Seprona han conseguido sacarlos de la rehala. En ella malvivían a manos de su presunto maltratador. Los han rescatado para recuperarlos física y psíquicamente.
Los perros maltratados y desnutridos en Huelva
Casa de Postas y Apapa en Ayamonte, el Santuario sevillano La Candela, la asociación Parenas, Fundación Caballos en Peligro y la Fundación Benjamín Mehnert, Sociedad Portectora de Animales y Plantas y Par Rescue Álora están cargo de 49 de los 58 perros. Todos ellos vienen de la rehala del cazador de Manzanilla que los mantenía en un lamentable estado de salud e higiene básicas. Los otros 9 restantes están aún en la finca investigada con seguimiento del Seprona por tratarse de Perros Potencialmente Peligrosos
El rescate
Cuando la Guardia Civil de Huelva procedió a realizar una inspección en presencia de su propietario, la mayoría de los perros presentaban una delgadez extrema. Les encontraron parásitos e incluso con patologías en sus cuerpos como cojeras, cataratas y heridas de diversa consideración, unido a un gran cúmulo de excrementos así como de trozos de pavos en descomposición esparcidos por las perreras. Estos servían de sustento a los perros, desprendiendo un fuerte olor. «La finca de los horrores» la han bautizado algunos de los voluntarios de las protectoras que han participado en el rescate.
