Silvia ha recibido un regalo en Mujeres y Hombres y Viceversa tras la tormenta de críticas hacia ella.
La tronista había pedido tener a Maikel entre sus chicos, a pesar de que Tamara avisó de que trabajan en el mismo local y que, por lo tanto, faltarían a las reglas del programa.
El que fuera ya pretendiente de Marisa (presunto ligue luego de Cristiano Ronaldo) y de Meritxell ha contado que sólo la había tanteado para que fuera a trabajar en una ocasión en su local.
A Silvia le ha cambiado la cara al ver llegar al moreno cachas y parece que ya tenemos favorito en ese bando.
Por su parte, Maite ha tenido cita con Iván, el pretendiente que más se ha metido con Silvia, y no ha llegado precisamente muy convencida, porque cree que no le gusta demasiado.
Mientras veíamos el encuentro, la tronista ha recibido a un nuevo chico, que es uno de los chicos más normalitos que han pasado por ahí -¡aleluya!-.
En la cita, Iván ha explicado que ya no se fijaba tanto en el físico, porque buscaba una chica sensata y con las ideas claras.
El chico ha contado también que ya no trabaja de noche porque no le gustaba lo que veía, lo que parece haber gustado a Maite.
Ambos coinciden en que se han llevado una imagen equivocada el uno del otro, pero parece que ambos se quieren dar tiempo para conocerse.
Sus pretendientes dicen que sienten que ella desconfía de todos y que por eso les mete caña y Maite ha asentido.
Según la tronista, le resulta muy difícil ver si los chicos van por ella por salir en la tele y que por eso intenta ser aún más desconfiada.
Tras su confesión ha quedado con el pretendiente que se definió como “un poco antiguo” (Álvaro) y durante la cita se ha autodefinido como “perro-flauta”.
Lo de este chico son los titulares… Se nota que es periodista… Al ver la cita, el chico ha querido pedir perdón a Maite porque estaba muy nervioso y cree que no aprovechó la cita.
Y de las citas hemos acabado en la enésima bronca entre Pipi y Tamara y Vicente, que navegan entre la amistad con Míriam y el odio hacia su pareja -ahora que han vuelto-.
Tamara le ha acusado de hacer el rídiculo haya donde va y él se ha defendido con un buen ataque: acusándola de ser limitadita… Esta bronca un día sí y otro también empieza a cansar…
