Primero fue Cisne Negro (que además le valió su primer Oscar) y después la comedia romántica Sin Compromiso.
Salvo sorpresa de última hora, el próximo 29 de abril Natalie Portman conseguirá su tercer nº 1 en la taquilla española en este 2011 gracias a Thor , la primera de las múltiples películas de superhéroes que nos llegarán a lo largo de este año.
El actor y director británico Kenneth Branagh es la curiosa elección de Paramount Pictures para poner en marchas las aventuras del Dios nórdico por excelencia, un personaje interpretado por el hasta ahora desconocido Chris Hemsworth.
Veremos qué tal se desenvuelve alguien como Branagh en un género tan dado a fichar cineastas de pedigree como el de los superhéroes.
Por lo pronto, el inglés ya ha manifestado que lo más le interesa y desafía de la película es la combinación de lo primitivo y lo sofisticado, lo viejo y lo moderno.
La tensión entre ambos conceptos, tan manifestada en los diferentes aspectos visuales de la pelicula que hemos visto hasta ahora, son uno de los principales alicientes de esta mastodóntica producción.
En la nueva escena de la película vemos a Thor luchando con un agente de seguridad que se interpone en su camino para recuperar su mítico martillo.
Incluso manteniendo que hay varias escenas y anuncios que me han gustado entre el ya abundante material promocional gráfico que hemos visto hasta el momento la verdad es que este nuevo avance me produce la más absoluta de las indiferencias.
La lucha en cuestión no es nada del otro mundo, pero el problema son esos cascarrillos a lo “You are big” que hacen que estas películas me dan la mayor de las perezas por momentos.
No obstante, no hay que exagerar: no es más que una breve escena.
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