Espero que los responsables de Invasión a la Tierra.
Batalla Los Angeles sepan lo que está bien y lo que está mal en el maravilloso género de catástrofes.
Si nadie duda de que Deep Impact (con sus historias emocionales que no le interesaron a unos espectadores que sólo querían ver una ola gigante destruyendo el mundo) y El Núcleo (aquí directamente es mejor entrar) son dos referentes a evitar a cualquier precio, parece claro que el director Jonathan Liebesman ha echado un par de vistazos a dos clásicos recientes como Monstruoso y la genial Armageddon.
No, no estoy de broma… ya quisieran el 95% de los blockbusters tener la grandeza que tiene la película de Michael Bay.
El 11 de marzo es la fecha en la que veremos si Liebesman está a altura de sus altísimas expectativas.
Patriotismo barato y exacerbado, explosiones por doquier y frases sacadas del manual más grandilocuente y maravilosamente cutre son los componentes ideales de una pelícual de estas características.
No obstante, no nos equivoquemos y pensemos que estamos ante una tarea simple y accesible para cualquier estudio deseoso de gastarse una millonada.
2012 ya debería habernos enseñado que es posible ser (absurdamente) espectacular y aburrir a las ovejas al mismo tiempo.
Lo peor que se puede decir del anuncio especial de la película para la Super Bowl es que no sorprende particularmente, especialmente después de sus últimos y espectaculares trailers.
No importa ya que, a estas alturas de la promoción, cualquiera sabe que la película protagonizada Aaron Eckhart, Bridget Moynahan y Michelle Rodriguez va a reventar las taquillas del mundo como una propuesta tan majestuosa como carente de pretensiones.
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