El DJ Jacobo Ostos, hijo del famoso torero Jaime Ostos, fue descubierto montando fiestas ilegales en el sótano del chalet de sus padres.
El DJ Jacobo Ostos, hijo del famoso torero Jaime Ostos, fue descubierto montando fiestas ilegales en el sótano del chalet de sus padres.
Jacobo Ostos y las fiestas ilegales
El hijo de Jaime Ostos, el gran torero, y María Ángeles Grajal; Jacobo Ostos ha despertado polémica más de una vez durante esta cuarentena.
Ya en el pasado habría sido conocido por su inmersión al mundo de Onlyfans, su aparición en ‘First dates‘ y su carrera como DJ. Esta vez, según ‘El programa de Ana Rosa‘, el hijo del torero habría estado organizando fiestas ilegales y clandestinas en el sótano del chalet de sus padres en Villaviciosa de Odón (Madrid).
En el marco de la pandemia que se vive en el mundo por el COVID–19 estas fiesta desafiarían al distanciamiento social y las medidas de bioseguridad que se han tratado de mantener en todo el mundo. Según el programa, estas fiestas se celebraban entre 3 y 4 días por semana, se realizaban en el sótano de la propiedad para evitar que el ruido llamase la atención, tendrían un promedio de 30 personas por fiesta y costaría cerca de 1000 euros por mesa para seis personas.
Las reuniones clandestinas incumplían con los toques de queda impuestos en la zona, ya que se realizaban entre las doce de la noche y las seis de la mañana. Además, según el programa se contaba con escasa ventilación; teniendo únicamente un ventilador de pie. Las fiestas contaban con bebidas alcohólicas, comida e inclusive una mesa con un DJ.
Qué dicen las autoridades y sus padres
A pesar de las acusaciones de ‘El programa de AR‘ aún no se ha podido confirmar que estas sean ciertas. La madre de Ostos se encontraría en la propiedad mientras estas se llevaban a cabo. Cabe recordar que el padre del DJ, Jaime Ostos, habría sido declarado positivo para COVID-19 hace menos de dos meses. Maria Ángeles Grajal, declara que estos supuestos encuentros clandestinos serían todo un invento por parte del programa.
Las Guardia Civil habría hecho presencia en la residencia, pero no habría logrado que saliera el DJ y hasta el momento no se ha podido conseguir una declaración que indique que las acusaciones sean ciertas. Las quejas por el ruido por parte de los vecinos constituirían la única prueba acerca de estos encuentros clandestinos.
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