Coronavirus, los test usados con los sanitarios de Madrid no es fiables

La Consejería de Sanidad de Madrid revela que los test rápidos comprados para los sanitarios tienen una fiabilidad de tan sólo el 79,4%.

Después de las polémicas tras quitar los resultados de estos test de las estadísticas oficiales, un documento interno de la Consejería de Sanidad de Madrid revela que los 100.000 test rápidos comprados por el Gobierno regional para los trabajadores sanitarios tienen una fiabilidad de tan sólo el 79,4%.

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Madrid, los test usados con los sanitarios no es fiables

La presidenta de la comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, aseguró hace un mes que la sensibilidad de estas pruebas alcanzaba el 92% y presentó esta compra como un ejemplo de buena gestión frente a los problemas con los que se había topado el Ministerio de Sanidad.

Afirma que el fabricante prometió una fiabilidad de entre el 85 y el 100%, fechado en el mes de mayo (sin indicar el día) y recoge que las pruebas de fiabilidad han sido realizadas en “un laboratorio de microbiología de la comunidad”.

Esto ha sido desmentido por un documento del Servicio de Farmacia de la Dirección Asistencial Sureste, que afirma que el 36% de los positivos son falsos, y al menos uno de cada cuatro casos obtiene un falso positivo en el resultado de la presencia de anticuerpos por haber portado el virus. El Gobierno regional pretende extender el uso de estos test a todos los sanitarios, pero los propios trabajadores y varios hospitales recelan, dudando de la fiabilidad de las pruebas y considerando no son las que necesitan en un momento en el que el número de sanitarios contagiados no deja de aumentar.

“No tiene sentido extender el uso de unos test que tienen una fiabilidad dudosa y tampoco sirven para sacar datos epidemiológicos ni modificar tu conducta en el trabajo”, afirma Rosa Vicente, secretaria de Sanidad del sindicato CSIT. La Comunidad tenía previsto utilizar los test con los 86.000 trabajadores del Servicio Madrileño de Salud, pero muchos hospitales están haciendo estudios por su cuenta o directamente han rechazado los test defectuosos. La gestión de estas pruebas ha generado una sensación de agravio entre los profesionales de atención primaria, ya que en ellos se van a utilizar estos test rápidos mientras que en hospitales más grandes y mejor acondicionados se utilizan otros métodos con mucha mayor fiabilidad.

Esto se ve apoyado por un informe reciente de la Sociedad Española de Infecciones Infecciosa Microbiología Clínica (SEIMC), que no recomendaba el uso de estos test rápidos entre el personal sanitario al “no ser del todo fiables”. José Miguel Cisneros, expresidente del SEIMC, considera que “se han generado unas expectativas inadecuadas” con los test rápidos. “Pueden servir para un paciente concreto en una determinada situación, pero no tienen fiabilidad de diagnóstico para un profesional asintomático”, recalca. Para Cisneros, el uso de estas pruebas tiene un peligro inminente, y es que alguien se sienta protegido tras un resultado de anticuerpos positivo al creer que ya ha pasado la infección, cuando la realidad es que esa afirmación podría ser falsa.