Los inspectores de educación de Andalucía han definido a la clase virtual como "la antiescuela" y buscan soluciones para el nuevo curso.
La Unión Sindical de Inspectores de Educación (USIE) han mostrado su apoyo a la escuela presencial antes que a «la antiescuela», según define a la clase virtual. Además, han enumerado varias exigencias a la Consejería de Educación para el próximo curso.
La escuela virtual como «la antiescuela»
Estos días está teniendo lugar la Mesa Sectorial Extraordinaria de Educación para garantizar la presencialidad en las aulas. La USIE ha expresado a la Consejería de Educación que «se alcance un acuerdo responsable para un adecuado inicio de curso».
En la idea de gestionar cómo serán las vueltas a las clases el próximo curso, los inspectores de educación defienden que «el único objetivo debe ser velar por una educación segura y ordenada».
El Sindicato de Inspectores de Educación ha afirmado que «la escuela virtual es la antiescuela», primando la garantía de presencialidad del alumno en la clase, siempre con la máxima seguridad y atendiendo a las medidas higiénicas y sanitarias».
USIE ha reclamado a la administración pública andaluza que «se debe redoblar los recursos materiales y humanos: docentes, PAS, personal de limpieza…».
«Los directores de los centros tienen que organizar sus centros de la mejor manera posible evitando alarmismos sociales y coordinando a todo el personal», apuntan los inspectores. Éstos mismos se han dirigido a las familias pidiéndoles colaboración y confianza en la profesionalidad de los docentes. Lo cierto es que existe una gran incertidumbre sobre cómo se organizarán las aulas y alumnos el próximo curso.
Centrar esfuerzos en la educación
«Los ayuntamientos andaluces tienen la urgente obligación de potenciar los servicios de limpieza y mantenimiento«, afirma USIE. Además, este sindicato defiende que «debemos centrar nuestros esfuerzos en acompañar y comprender las difíciles situaciones en las que se verán involucrados todos los sectores de la comunidad educativa».
La situación que tiene la educación de afrontar la pandemia del coronavirus es novedosa y compleja. Es necesario el asesoramiento, por ello, los inspectores de educación creen que los planes de inspección deben simplificarse al máximo para que se pueda atender a lo realmente importante.
«Todos los interlocutores (familias, organizacoines, ayuntamientos y sindicatos) tienen la obligación ética de intensificar los escenarios de negociación». Es por ello que se plantea un escenario con muchos interrogantes ante el próximo curso que se deberán ir solucionando durante el verano.
