Pilar Rubio sube un vídeo a Instagram en el que revela cómo fue el parto de su cuarto hijo y cómo ha quedado su cuerpo después del nacimiento.
Once días después de dar a luz a su cuarto hijo con Sergio Ramos, Pilar Rubio ha explicado en un extenso vídeo como está siendo la recuperación postparto de su cuerpo. El pasado domingo 26 de julio de 2020, la presentadora dio a luz a Máximo Adriano en el Hospital Sanitas La Moraleja de Madrid.
Pilar Rubio ha subido un vídeo a Instagram en el que muestra cómo ha quedado su cuerpo después de dar a luz y explica cómo está siendo su proceso de recuperación. Hace solo unos días, la presentadora subió a la red social una foto después del parto que generó una extensa polémica.
La nueva grabación también ha generado un gran revuelo.
La periodista asegura que actualmente su cuerpo es “una fiesta de hormonas”. Rubio, al final del vídeo, muestra el área más afectada de su cuerpo: la barriga. Comenta que“ha bajado bastante el volumen de mi tripa, aunque todavía queda ese bulto que espero que poco a poco se vaya quitando”. Más tarde añadirá que tiene “que recuperar cintura”.
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El cuarto parto de Pilar Rubio
Pilar Rubio ha aprovechado la ocasión para contar a sus seguidores el estado actual del bebé y cómo fue el parto. Máximo Adriano se encuentra bien y está siendo amamantado por su madre.
Con relación al nacimiento, ha contado que todo fue sobre ruedas. “Llegamos, empecé el proceso de dilatación, las contracciones no son nada agradables, pero fueron bastante llevaderas. Cuando estaba bastante avanzada y no podía aguantar más el dolor, pedí la epidural y a partir de ahí, todo de maravilla”. Ha continuado diciendo que “pasamos al paritorio y duró pocos minutos y no tuvieron que cortarme ni nada. El bebé salió perfecto y tanto el papá como yo pudimos disfrutar del momento”.
La periodista asegura que el dolor no se queda solo en el momento de dar a luz. Rubio ha explicado qué son los entuertos, “una especie de contracciones que se producen en el útero que hacen que el útero vuelva a su forma original”.
Según Rubio, es la parte más dolorosa de todo el proceso de alumbramiento. “Cuando más las noto es en el momento en el que el bebé empieza a mamar. Me suele durar unas 48 horas, pero se me pone la piel de gallina solo de pensarlo y en el momento esas 48 horas cada vez que mamaba se me saltaban las lágrimas”.
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