Pues la aventura de Pekín Express ya ha comenzado y, como no podía ser de otro modo, lo ha hecho corriendo y cronometrada.
La primera etapa, de las 13 que hay, ha dado comienzo en Pekín y las 10 parejas se han encontrado con que, además del caos circulatorio y la polución de la ciudad, hacía un tiempo de mierda, frío y lluvia.
Una vez determinadas las paradas y la ruta, ha empezado todo y hemos empezado a conocer mejor a los participantes, dándonos cuenta enseguida de que Alazne es una llorona empedernida, que la pareja veterana es un calco hasta en la manera de ser de la pareja de la otra edición, que la pareja de chavalas de Gerona son unas sobradas y una engreídas de mucho cuidado…Carles y Silvia se las daban de urbanitas y comodones pero han sido los primeros en conseguir un coche que los llevara.
Y mientras las gerundenses guays optaban por tirarse al suelo al ver que su inmenso atractivo no servía para parar a nadie, Alazne y Meritxell conseguían que unas personas les pagaran un billete de autobús, gesto que ha provocado los lloros de la niña.
Miriam y Carla, la pareja desconocida, se han conocido y parece que se han caído bien… Parece, pues no han tardado mucho cada una a soltar defectos de la otra.
Aún así, parece que se han puesto de acuerdo en buscar coches parados, negros y caros para hacer autostop.
Recordemos, por eso, que tienen terminantemente prohibido hacer dedo en las autopistas de Pekín porque son muy peligrosas, algo que a Carmela y Antonio les ha dado igual y que les ha supuesto una penalización.
Suena el busca a las 19h y todos tienen que buscar alojamiento.
Aquí tenemos de todo y para todos los gustos.
Las parejas de Navarra, las desconocidas y los gays acaban por coincidir en el mismo pueblo y consiguen que unos chinos les acojan.
Lo que pasa es que al llegar al sitio, todo está distribuido a modo de cubículo y pintado de rosa, sospechando ellos de que eso era un puticlub.
Pero no, resulta que era un karaoke, así que ya me ves a los 6 de juerga, berreando en inglés y la mar de contentos.
Los veteranos, Enrique y Manolo, consiguen dormir en una peluquería y, ya de paso, que les corten el pelo.
La verdad es que no se imaginan que semejante alojamiento friki y bizarro les ayudará mucho más de lo que piensan, y es que los chicos de la peluquería les llevarán en coche hasta el mismo destino final, Xibaipo.
Mientras tanto, las guapitas Úrsula y Mifua se topan con el Hotel Plaza de Pekín y deciden, por qué no, probar suerte.
Y ya te digo si han tenido suerte; nada más entrar en el hall se topan con unos españoles, unos empresarios de Úbeda que terminan por pagarles una habitación lujosa, con baño, agua calentita, toallas… Nuevo día y toca correr para conseguir disputar el juego de la inmunidad, prueba a la que llegan Meritxell y Alazne, Enrique y Manolo, y Carles y Silvia.
Para sorpresa de muchos, o de todos, los vencedores de la prueba son madre e hija, una pareja por la que no daba nadie un duro, según cuentan los propios concursantes.
Tanto es así que ellas se han dado cuenta y Alazne se ha lamentado por ello, llegando casi al punto del sollozo.
Con tanto ajetreo y más calmadas, se meten en un MacDonald’s a pedir dinero a saco, todo por una hamburguesa con patatas que, aunque sea MacDonald’s, llevan dos días casi sin comer y no se le puede hacer ascos a nada.
Y es en el segundo día cuando las sonrisas de las caras de los concursantes se está diluyendo, llegando en algunos casos a las broncas, como son Úrsula y Mifua, cuyo carácter es bastante fuerte y no se ponían de acuerdo en la estrategia a seguir.
La meta: Xibaipo.
Los policías de Coslada y los veteranos son los primeros en llegar mientras, en algún lugar de un gran país se encuentran Andrés y Sara yendo en dirección contraria.
Por esa regla de tres, llegan los últimos y son los primeros en abandonar el concurso.
¡Eso sí que tiene que dar rabia! yo que los quería ver durmiendo en mitad del bosque, cantando jotas y comiendo bayas chinas…Fotografía
