Lo dicho, el capítulo de anoche de El Internado comenzó en la habitación oculta de la ermita; los chicos mostraban al guardia civil parte de los secretos que guarda la Laguna Negra y respiraban aliviados al creerse que habían desmantelado la trama de asesinatos y corrupción hasta que, al salir fuera, ven llegar a Noiret.
Una vez más, aquí todo cristo está compinchado y la alegría se convierte rápidamente en decepción e impotencia.
Como regalito, Noiret los manda de vuelta al internado pero a pie y descalzos, llegando a éste ya de día y Julia sangrando de un pie.
Luego, más tarde, intentará que la doctora Lucía le haga las curas pero se da cuenta de que los potingues que utiliza tienen el sello Ottox y se las pira rápidamente.
Mientras tanto, tenemos a las dos crías, Paula y Evelyn, que protagonizarán la anécdota del día y que dará título al capítulo.
Las vemos en su habitación cubiertas por la sábana porque se ha colado un murciélago y, justo en el momento en que sale por la puerta, aparece Camilo.
De ahí que Evelyn, que cree mucho en estas cosas, asocie y se crea que el murciélago es realmente un vampiro: Camilo.
Se pasarán el capítulo intentando matarle con ajos, estacas y demás objetos tópicos, y el hecho de que, muy casualmente, Camilo se haya mordido y sangre abundantemente no ayudará a que las niñas crean lo contrario.
Un suceso que no sirve para nada dentro de la trama del capítulo y que encima utilizan para darle nombre.
Absurdo hasta más no poder.
Fermín, que está dispuesto a averiguar quién ha matado a Don Joaquín, se va a Amelia y se lo suelta.
Su cara al saber la noticia le deja claro que “ellos” no han sido y seguirá a Rebeca hasta el desván (el que descubre en la habitación de Martín mientras fisgoneaba por ahí dentro), donde termina confesándole su don tan especial, superpoderes de Harry Potter que le hacen ver las cosas malignas de las personas.
No deja de llamar la atención que le suelte a Fermín que ella no escoge ver lo que quiere cuando es justamente lo que le “enseña” el beso de Martín, lo que ella estaba buscando.
De nuevo, el guión se coge con pinzas.
Volvemos a retomar el Proyecto Géminis, y es que Héctor sigue dándoles muchas vueltas desde que oyera a Noiret en el capítulo anterior hablar de él.
Jacinta le revela que hubo 4 niñas tatuadas con el símbolo y una de ellas era Irene Espí.
Héctor descubrirá que una de las niñas era la jueza que apareció asesinada en el bosque, otra ha muerto de cáncer y, una tercera, que no sabe donde puede estar pero que se llama Marta Hernández Velasco.
Para sorpresa de todos y después de acostarse con la doctora, Lucía, descubre que ella es la tercera niña cuando le ve el tattoo en el costado.
Noiret y sus papeles, así sí que se podría haber llamado el capítulo.
En su afán por conseguirlos engaña a María haciéndole creer que ya los ha conseguido y, mientras, le enchufa una cámara espía en el carrito de la limpieza.
Será entonces, cuando a ella le da un ataque de pánico, cuando corre a donde los tiene escondidos, la cisterna de un váter del lavabo de las chicas.
Ahora sí que la tiene pillada por los h… , uy, eso no que ella no tiene de eso, pero le hará saber muy sutilmente que ahora sí que los tiene y que va a ir a por ella y a por Iván.
Con su instinto de madre a flor de piel, correrá en busca de su hijo y le contará lo que ha pasado, que se tienen que ir de allí cagando leches porque van a matarles pero, claro, el nene está muy ocupado destapando tramas así que la deja compuesta y sin hijo.
Marcos, Carol, Julia, Roque e Iván conseguirán hacerse con los archivos de la niña muerta, Susana, y verán que en ellos consta como huérfana.
Deciden entonces volver al laboratorio de los pasadizos y piden ayuda a Vicky, que es la hacker number one, pero ella prefiere ocuparse con su amorcito y les dice que nasti de plasti.
Gracias a otro de esos giros sorprendentes de guión, el noviete en cuestión le pedirá a Victoria que le cambie las notas en el ordenador del director para así poder disfrutar de unas vacaciones dignas y ella accede.
Y qué pasa, pues que verá en una esquinita un banner que pone “sistema de seguridad” y clicará.
Cómo no, es el plano de los pasadizos y el sistema que abre y cierra las puertas.
Activará las puertas justo en el momento en que los demás están aporreando la puerta, fíjate tú qué curioso, pero seguidamente aparece la señal en la pantalla de “intrusos en el laboratorio”.
¡lady Vicky al rescate!A todo esto, Julia vuelve a ver a la muerta y se da cuenta de que, en verdad, es la madre de Iván.
Al más puro estilo Lost, un flashback de Noiret y ella nos revelará que ha sido él quien la ha asesinado en la bañera y todo porque había descubierto papeles del proyecto géminis y estaba dispuesta a denunciarlo.
Veremos a ver qué quiere, finalmente, la señora con Julia.
Los chicos, que siguen en los pasadizos, entran en el laboratorio y descubren que el famoso ataúd está vacío, que hay muchos frascos con partes del cuerpo humano, fetos, etc.
y una puerta, una cámara frigorífica donde están ocultos los cuerpos de Susana y Manuel, el sobrino del guardabosques.
En un impass de que ellos salen corriendo y Vicky va en su encuentro, termina llegando al sitio pero sola, entra, descubre el pastel y oye ruidos.
Intenta ocultarse en la cámara frigorífica y será ahí donde la dejarán encerrada…¿de por vida?A todo esto, el padre de Marcos y Paula sigue en Grecia, vivito y coleando y tratando de viajar haciendo autostop.
El capítulo de ayer martes terminó con un giro extraño.
Noiret y Camilo reciben un regalito, naipes de la baraja en un charco de sangre o con el cuerpo de Toni, en el caso de Noiret.
¿Qué está pasando ahora?¿Han llegado los buenos de verdad?¿Hay un superhéroe llamado Superlaguna Negra o algo así que matará a todos los malos? Sólo nos queda esperar que llegue la sinopsis del capítulo 7 y nuevas promos.
Aix.
Fotografía
