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Silvia, Kike, Montoya y Nelson murieron en el último capítulo de Los hombres de Paco

Los hombres de Paco despidieron anoche su octava temporada con un capítulo lleno de lágrimas, sangre y muertes.
Aunque asistimos al esperado regreso de Lucas (Hugo Silva) en la boda de Pepa (Laura Sánchez) y Silvia (Marián Aguilera), este bonito momento se vio empañado por la muerte de cuatro policías: Kike (Enríque Martínez), Montoya (Aitor Luna), Nelson (Jimmy Castro) y Silvia.

El capítulo comenzó con la llegada de Lucas en plena ceremonia ante el asombro de Sara (Michelle Jenner) y Aitor (Mario Casas), que no se esperaban su regreso tan pronto.
La hija del inspector Miranda no pudo evitar lanzarse a los brazos de su todavía marido y pegarle un beso de los que quitan el hipo.

Acto seguido le confesó que tenía algo importante que contarle y por la miradita que le echo Lucas a Aitor, seguramente se imaginó lo que ocurría desde un primer momento.
Aunque en el banquete el ambiente estaba un poco tenso, las novias parecían felices, hasta que de repente empezaron a dispararles desde fuera.

Se trataba una vez más de la Camorra, en concreto de El Gordo, el número uno de la mafia italiana que, tras el desmantelamiento de su organización en España, estaba sediento de venganza.
El enlace se convirtió en pocos minutos en un campo de batalla y aunque los policías de San Antonio reaccionaron rápidamente, no pudieron evitar que los disparos alcanzaran a Silvia y Montoya.
Don Lorenzo (Juan Diego) y Pepa llevaron a Silvia a una bodega para intentar curarle la herida, mientras a Mariano (Pepón Nieto) se le ocurrió la idea de salir fuera de la casa para intentar negociar con los mafiosos.
Aunque la comandante Salgado (Cristina Plazas) y Paco (Paco Tous) intentaron frenar su idea descabellada, Mariano sólo pensó que ambos estaban en su contra y siguió adelante con su plan, provocando que Lucas saliera tras de él y que recibiera un disparo en la pierna.
Mientras tanto, en la comisaría, Curtis (Fede Celada) se había quedado encargado de Francesca porque ésta tenía una cita con la jueza para declarar en contra de la Camorra.
Como la vida de la testigo corría peligro, pensaron que lo mejor era que la jueza acudiera a la misma comisaría para tomarle declaración.
Una vez allí, Blackman la encerró en el ascensor para colocarle un chaleco antibalas y alertarla de que Francesca le pegaría un tiro porque la mafia le había chantajeado con matar a sus hijos sino lo hacía.
Además, Blackman también estaba al tanto de la llegada a España de El Gordo, por lo que avisó a Curtis y éste inmediatamente se puso en marcha hacía la boda.
Sin embargo, ya era demasiado tarde y es que Silvia se estaba desangrando y no disponían de los medios disponibles para curarla.
Además, no todos los policías estaban en condiciones de actuar puesto que Lucas, Sara y Aitor estaban acorralados por los mafiosos tras unos coches, Montoya estaba malherido y Povedilla (Carlos Santos) no podía moverse, por lo que a Nelson se le ocurrió la idea de salir de la casa con un escudo de hierro para protegerse de las balas y alcanzar un arma que estaba a pocos metros de la entrada.
Kike se ofrecio voluntario a acompañarle, pero cuando ambos se disponían a volver al interior ya con el arma en las manos, Nelson se tropezó y los dos policías quedarón a pecho descubierto ante los mafiosos, que no dudarón ni un segundo en acribillarles a balazos.
Finalmente, llegó el momento más dramático de todo el capítulo, cuando Kike y Nelson murieron en brazos de Paco, Montoya también cayó al suelo y Silvia murió desangrada acompañada por Pepa y Don Lorenzo.
Fuera, Sara se encontraba en el medio de sus dos grandes amores.
Ambos la estaban esperando y ella se dirigía lentamente hasta que no pudo más y se echo a llorar en brazos de Lucas.
Aitor entendió que él ya no tenía nada que hacer allí y se marchó, aunque antes Sara quiso darle un abrazo de despedida.
A continuación os dejo con algunos de los momentos más intensos de este último capítulo, para aquellos que os hayáis perdido algún detalle.
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