La nueva joven pareja de Piqué Clara Chía parece no temerle a la bruja de la colombiana Shakira y accede sonriente a la casa de sus suegros.

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Clara Chía desafía a Shakira y decide ir a casa de sus suegros. La nueva pareja de Piqué parece no temerle a la bruja de la colombiana.
Clara Chía desafía a Shakira y decide ir a casa de sus suegros
La relación de Gerard Piqué y Clara Chía sigue viento en popa. De hecho poco ha afectado a su felicidad los dardos que Shakira les lanza en su última canción con Karol G, ‘TQG’. Esta es la reciente visita de la enamorada pareja a los padres de él.
Clara Chía daba una muestra de valentía hace tan solo unas horas al volver a activar su cuenta de Instagram. Durante algún tiempo decidió suspenderla, pero parece que no tiene nada que esconder y lo mejor es seguir utilizándola. Sin embargo, mantiene su carácter privado. Esto no sorprende en absoluto. De esta forma la joven novia de Gerard Piqué usa su entorno para blindarse de puertas para afuera.
La joven desafía a Shakira y decide ir al domicilio familiar
Sólo sabemos, de momento, lo que ella quiere que sepamos. Y sobre ello, hemos podido saber que ha estado en casa de sus suegros. Clara Chía ha estado visitando a los padres de Piqué, en el domicilio familiar que tan cerca está del que compartía el ex futbolista con Shakira. Allí donde estaba ubicada la famosa bruja que la colombiana colocó.
Gerard y Clara hacía acto de llegada al hogar de Montse y de Joan
Ha sido al filo del mediodía cuando un lujoso coche SUV, en el que viajaban Gerard y Clara hacía acto de llegada al hogar de Montse y de Joan. Los del catalán viven en la exclusiva zona de Esplugues de Llobregat, en la urbe de Ciudad Diagonal. La casa tiene vistas a las montañas de Collserola y a la ciudad de Barcelona. Durante los pocos segundos que han esperado a que las puertas abrieran, la prensa le ha preguntado a la pareja por la nueva canción de Shakira contra Piqué. También por el zasca que le dio después a Clara Chía. Sin embargo, como era de esperar, silencio absoluta por parte de ambos, hasta el punto de ni tan siquiera bajar la ventanilla del coche.