Label It Yourself propone: si consideras que la etiqueta de un producto alimenticio no contiene toda la información relevante sobre éste, has tu la etiqueta y colócasela al producto.
Por supuesto, este acto sólo tendrá relevancia si colocas las etiquetas en productos que mucha gente podrá ver, como las botellas de salsa de tomate expuestas en el anaquel del supermercado.
Y por supuesto, hacerlo probablemente sea ilegal.
Pero son ilegales muchos actos que responden a la ideología del empoderamiento.
En este caso, tal y como promueve Label It Yourself: Label it Yourself (LIY) es una campaña de base descentralizada y autónoma nacida de nuestro sistema alimentario roto.
Hemos estado pidiendo a las corporaciones y a nuestro gobierno que etiquete los productos alimentarios para que podamos tomar decisiones informadas acerca de lo que comemos.
Nuestras peticiones han sido ignoradas y por eso estamos tomando el asunto en nuestras propias manos.
LIY anima a la gente a utilizar etiquetas para: advertir que un producto contiene organismos genéticamente modificados; denunciar el uso de términos como “All Natural” y “sabores naturales” que abundan y que son dudosos; exponer prácticas laborales injustas.
Yo sólo tengo una acotación a este modus operandi: si la materia prima de un producto es transgénica y la compañía así lo hace saber en su etiqueta, el consumidor no está siendo engañado.
Podemos revelar a la gente la información relevante omitida en la etiqueta pero su decisión final –comprar o no comprar- escapa de nuestras manos.
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