A sus 33 años Karim Benzema ha sufrido una completa transformación tanto mental como física: gimnasio en casa, boxeo, ‘cupping’, microalgas y el corán.
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Karim Benzema lo ha dejado claro con su transformación: cuanto más viejo, mejor futbolista. Su cuerpo es más joven hoy, a los 33 años, que hace cinco. Todo es gracias al giro radical que dio a su vida este último lustro.
La transformación de Karim Benzema
Ha transformado su forma de ser, sus prioridades y su estado físico. Benzema, y su origen familiar procede de la Cabilia argelina. Sus padres, Wahida Djebbara y Hafid Benzema, vivían en Bron, muy cercano a Lyon, y allí nació Karim.
Es un ídolo en la zona: mantiene sus ideales, es musulmán y durante muchos años cumplió el Ramadán de manera estricta siendo profesional del fútbol. Estos últimos años decidió no hacerlo porque perjudicaba ostensiblemente su rendimiento. Además, tras su última polémica el jugador decidió sentar cabeza y dedicarse por entero a su familia y a su trabajo.
Benzema y las claves de su transformación
Sin embargo, es en esta última etapa cuando ha madurado personal y deportivamente. Decidió ser el mejor jugador del mundo y para ello tenía que dedicarse en cuerpo y alma a cultivar su físico. Es lo que ha hecho desde entonces. Y el resultado lo vemos en el campo.
Hace cinco años puso un gran gimnasio en su casa, donde trabaja por las tardes como complemento a su entrenamiento diario con el Real Madrid. La diferencia del gimnasio del ariete respecto a la de otros futbolistas es que investigó las mejores técnicas para rejuvenecer sus músculos. Posteriormente las aplicó a rajatabla en su cuerpo y en su vida.
La transformación de Benzema es física y mental
Karim también hace «kick boxing» aconsejado por varios profesionales franceses. Esta práctica elimina la grasa de los tendones y le otorga más fibra. Su osteópata le trata regularmente. Le aplica todos los días el chaleco de electroestiomulación (método Bolt) para ejercitar todos su músculos y perder la poca grasa abdominal que pueda tener.
Se somete al «cupping» todas las semanas, una terapia tradicional china que consiste en colocar ventosas para ayudar a los músculos doloridos y mejorar la circulación sanguínea.
Benzema también tiene una planificación de comidas espartana. Cinco comidas diarias con unos niveles muy altos de proteínas e hidratos, casi sin grasa. El régimen incluye verduras, hortalizas, pescados, polvos de algarroba, aceite de coco y la ingesta de alimentos marinos como las microalgas, cuyas proteínas vegetales son superiores a las de la carne. El gran reto del francés es ganar el Balón de Oro. Un musulmán que, antes de saltar al campo, escucha suras del Corán para concentrarse. Actualmente lleva ocho tantos, todos en la Liga, de la que es el máximo artillero. Su sueño es ganar el Pichichi.
